El 23 de Marzo de 1823 nace en EE.UU, Schuyler Colfax, ”visionario y precursor”, como lo definiera el  hermano Quintilio Guzmán U. Pierre.

   Colfax, el principal eslabón en la creación del Grado de Rebekah, que posibilitó la fundación de las Logias de Rebekahs y con ello, el gobierno de las mismas a las  mujeres, permitiendo que estas se dotaran de atribuciones por primera vez para tomar sus propias decisiones, gobernarse a si  mismas, legislar de manera independiente .

A partir de aquí con pasos lentos, pero firmes y seguros, la mujer comenzó a tomar el verdadero sendero que inobjetablemente la ha de llevar a la plena y absoluta liberación.

   Gracias a la labor de Colfax, hoy se han borrado las falsas distinciones y día a día nuestras hermanas dan lecciones de pura devoción y sacrificio, elevándose a las más altas esferas de utilidad a partir de ser continuidad de la labor y el ejemplo de aquellas heroínas cuyos nombres encontramos en las sagradas escrituras.

   Sin pecar de chovinistas, sostenemos la tesis de que una de las grandes hazañas en el orden social que ha realizado la colectividad humana ha sido la creación de la I.O.O.F., ya que gracias a este hecho es que comienza a  hacerse realidad uno del más apremiante y justo sueño: la liberación plena de la mujer.